Eduardo Ramírez celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena
Hoy, en el Día Internacional de la Mujer Indígena, me dirijo a ustedes con un llamado profundo a la reflexión y a la apertura de nuestra conciencia. Este día nos brinda una oportunidad invaluable para reconocer y valorar el papel vital que las mujeres indígenas desempeñan en la defensa de los derechos de sus comunidades y en la preservación de nuestras culturas milenarias.
Las mujeres indígenas no solo son guardianas de sus tradiciones, sino también activistas incansables que luchan por la justicia y la equidad en contextos adversos. Su coraje y resistencia son esenciales para la continuidad de sus culturas y para el avance de los derechos humanos en general. En cada rincón de nuestras comunidades, ellas son las que mantienen vivas las historias, las lenguas y las prácticas ancestrales, mientras enfrentan desafíos y adversidades.
En el contexto de la Nueva ERA de Chiapas, estamos en un momento crucial en el que el reconocimiento y la reivindicación de los derechos de las mujeres indígenas deben ser una prioridad. Mi mayor aspiración es construir una verdadera fraternidad con los pueblos originarios, en la que se reconozcan y respeten plenamente sus derechos, y donde se promueva su participación activa en todos los aspectos de la vida social y política.
Es imperativo que trabajemos juntos para garantizar que el reconocimiento de sus derechos no sea solo un ideal, sino una realidad concreta y tangible. Esto implica no solo escuchar sus voces, sino también apoyar sus iniciativas y asegurar que sus derechos sean defendidos y respetados en todos los niveles.
Jam Ach’Ulel. Abramos nuestra conciencia al respeto y la dignidad que merecen las mujeres indígenas. Comprometámonos a valorar su contribución esencial a nuestras sociedades y a apoyar su lucha por la justicia y la igualdad. Hoy y siempre, honremos su fortaleza y su legado, y trabajemos por un futuro en el que sus derechos sean plenamente reconocidos y celebrados.