Es profundamente triste ver cómo en Ixtacomitán algunos políticos han permitido que grupos, disfrazados de organizaciones sociales como la CIOAC, busquen manipular al pueblo con odio y violencia. Eso no es unidad ni amor por nuestra tierra. No podemos permitir más que delincuentes manipulen al alcalde como a un títere.
El camino correcto siempre será caminar con la gente buena, con aquellos que aman este pueblo y sueñan con verlo crecer. Ixtacomitán ya no puede seguir siendo moneda de cambio en manos de ambiciosos ni de foráneos que solo vienen a saquear y dividir.
Hoy es tiempo de la verdadera unidad de todos los que amamos la tierra del “Poasan”. Una unidad basada en la dignidad, el respeto y la fuerza de un pueblo que no se rinde. La única vía para salir adelante es la unidad municipal.
