El dirigente estatal del PRI en Chiapas, Rubén Antonio Zuarth Esquinca, acusó al Gobierno Federal de reprimir la movilización del 15 de noviembre, donde miles de jóvenes salieron a las calles para expresar su inconformidad.
Según el priista, la respuesta oficial no fue diálogo, sino gas lacrimógeno, vallas y agresiones. “La consigna fue contener, no escuchar”, afirmó.
Zuarth Esquinca señaló que el Ejecutivo prefirió blindarse antes que abrir espacios de interlocución con las juventudes. Dijo que el uso de escudos y gases “no es protección, es un intento de silenciar”.
El PRI acusó además que el Gobierno Federal intenta minimizar la protesta juvenil mediante versiones que la describen como una operación digital. “Llamar bots a miles de jóvenes y militarizar el Zócalo exhibe el miedo del gobierno a una movilización legítima”, sostuvo el dirigente.
El priista agregó que la exigencia de respuestas por parte de los manifestantes fue recibida con muros y despliegues policiales, lo que calificó como una reacción desproporcionada. “Esperaban que los jóvenes se quedaran en casa; se equivocaron”, dijo.
Zuarth Esquinca afirmó que el uso de la fuerza pública revela un gobierno desgastado. “Cerrar avenidas, pintar muros y dispersar protestas no es fortaleza; es temor a la gente”, indicó.
El dirigente puntualizó que el PRI fue respetuoso de la manifestación y rechazó las versiones de injerencia partidista. Aseguró que el movimiento fue auténtico y que el partido acompañará a las juventudes en sus demandas ante la creciente inseguridad en el país.
